jueves, julio 30, 2009
La niña que destilaba una ferviente hiviente fe hacia las hadas se quedó ciega en una de sus visiones tan fantásticas como perturbadoras. Veía los cuerpos de aquellas majestuosas criaturas aparecer desde el fondo inmenso, el fondo íntimo del bosque, acercarse batiendo las alas delicadas. Unas alas vidriosas como cristal translúcido a través del cual se perciben los objetos y los rostros de forma engañosa. Rematadas por hilos vegetales formando remolinos, espirales, uniendo las partes abstractas entre sí para dar lugar a un conjunto sorprendente. No solamente los artilugios voladores.
En sus pieles se disolvían y entremezclaban uno a uno los colores de lo latente, el agua estancada de los pantanos, el musgo del Norte, las cortezas podridas hábitat de insectos inseguros. Todo aquello que aparente estar muerto y sin embargo deja oir su lento compás de vida ralentizada. Los ojos completamente oscuros, plagados de brillos acuosos semejantes a estrellas ahogadas.
Sus miembros eran anoréxicos y presumían de su habilidad para contorsionarse, doblarse en cualquier ángulo. Tornarse del mismo tono que un grupo de arbustos para pasar desapercibidas, doblar y triplicar la velocidad de vuelo para desaparecer dejando a su paso una estela de frescos inconfundible.
La niña se limitaba a mirarlas, ellas se sentían orgullosas de mostrar sus capacidades sobrehumanas. Pero el peligro lanzó su ancla en poco tiempo. Así, la pequeña, envuelta en su ilusión inocente, tan sumisa, vio como cada día precisaban sus ojos un enfoque mayor para captar la actividad "mágica". Fruncía el ceño frustrada, se encaramaba con violencia y berrinche a su silla de cojín acolchado. Hasta que el negro dominó en la escala de colores, como rey dominante, astuto con sus armas demoledoras.
miércoles, julio 29, 2009
Odio saber que hay historias maravillosas, emocionantes, que quedan por vivir en cientos de nacimientos y muertes, y esa entelequia solo tendrá cabida en mi enredada mente.
Queda la realidad tan sombríamente imprevisible, la mala suerte, los fracasos difíciles de superar por haber sido subida al cielo por el ego acaramelado.
lunes, julio 27, 2009
- Tu cuerpo y mi amor, un trato en el que ambos salimos ganando.
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Si me quisieses no tendrías esa obsesión por mi cuerpo y el resto del tiempo me aparcases como una videoconsola obsoleta. No eres capaz de darme amor.
- Amor...según la idea de los creyentes es la fuerza que nos une hacia un camino eterno en el que se llena el mundo de críos desagradecidos. Ahí actúa el sexo, lo primitivo, lo básico. El resto es un puto cuento, deja de ser una ilusa y entrégate a lo que funciona.
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Yo creo en él y por eso he dejado de buscar en tí esa meta. Voy a irme.
- Oh, la preciosa muñequita, la princesa tiene delirios de grandeza en este mundo lastimado. ¿Quién quieres ser? ¿Julieta Capuleto? Juguemos pues. En esta vida Romeo no se arriesga, sube a la ventana de la enamorada estúpida y se la folla sin más. Luego se casa con una de los suyos y tendrán una vida normal. Julieta se suicida sola. Ves, es mucho más fácil desvestirte y tumbarte en esa cama, ni siquiera hay compromisos de honor de por medio.
sábado, julio 25, 2009
Soy Martina, tengo 115 años y una mala ostia que asciende a milenios en un extraradio cósmico paralelo. Mis ojos son del color de un chicle que lleva veinte horas siendo masticado a conciencia y mi pelo es como el estómago de un caimán abierto en dos. No espero demasiado de la vida, odio la vida y su explosión de colores y ñoñerías que acaban en los estertores agónicos. Escribo aquí porque me da la gana y quiero conocer a un fracasado. Incluso me vale una fracasada con aspecto viril. Llama. Me suicidaré de todas formas auqnue no lo hagas.

Carlo, en la flor de la vida, cuerpo recio, estatura más que aceptable. Ojos azules, pelo rizado y corto. Me gusta la música ambiental y sueño con tus brazos.

Me llamo Sanchez, es mi apellido, porque todo el mundo me conoce así. No voy a andarme con rodeos, solo quiero follar. Me dan igual las conversaciones románticas, las citas y todo los elogios que hacen al amor, a la mierda el amor. Tengo edad suficiente como para estar casado y encuentro mi cama bastante desierta. Es fácil, rápido y sin compromisos, soy igual que las ofertas de teletienda. Ah, y no tengo por costumbre comentar mis anécdotas sexuales con los colegas, soy discreto.

Estoy desesperada, me llamo Mimi, diminutivo de Miriam. Soy alta, mi pelo es liso y rubio, del tono de la miel, mis ojos son casi del mismo color. Tengo pecas alrededro de la nariz, y estoy delgada, muy delgada. Mi pecho es estupendo, ni demasiado grande ni diminuto. a pesar de todo eso y de mi caracter nada complicado no soy capaz de encontrar a la persona adecuada. Busco a alguien sencillo y afable, que se preste a escucharme y no busque el placer como objetivo fundamental. Quiero paseos, salidas, besos, quiero compartir mi vida. ¿Es tanto pedir? Llama si buscas lo mismo que yo. Dulces besos.




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