domingo, marzo 27, 2011
Un break entre tanto lirismo y palabras artísticas. Hacía ya mucho tiempo que no publicaba nada, la verdad es que tenía mono de dejar caer unas cuantas frases de cuento surrealista. Lo cierto es que podría poner como excusa la infinidad de exámenes que me atacan día si sía también, pero me estaría engañando incluso a mí misma debido a que estudio mucho menos de lo que debería. Hay otras razones, más personales, de identidad y dignidad si me pongo filosófica. Veréis, desde el año pasado, quizá antes, en que se comenzó a llevar el estilo indie tanto en ropa, música como actitud ante la vida, he estado observando comportamientos globales que me resultan un tanto ovejiles y estúpidos. Recuerdo que me entró una alegría espantosa cuando comprobé que vendían cazadoras vaqueras, faldas a la cintura y toda la parafernalia ecléctica con influencias alternativas de todas las épocas vanguardistas. También me hizo mucha ilusión comprobar que ésos grupos tristones y prácticamente desconocidos comenzaban a tener una gran repercusión a niveles mucho menos restringidos. Recalco que fue al principio de todo este movimiento. Ahora los Arctic Monkeys, por poner un ejemplo que roza la comercialidad, me resultan comparables a cualquier banda pop de las que tanto se rajan los modernillos. Qué va, yo no soy una pureta, en ese aspecto voy completamente a mi bola, pero éso no impide que me pare a pensar dónde está la verdadera autenticidad. Por eso he estado experimentando tantos recelos a publicar, porque me resultaría vomitivo que al pasar los años y leerme pudiese identificarme con esa masificación de adolescentes que escriben relatos vacíos, se compran una réflex y llevan sombrero y Ray-Ban. No estoy haciendo una crítica al comportamiento básico, si no a la pose habitual que ahora tanto se estila.
Bah, qué cojones, claro que me estoy quejando, la verdad es que, aunque no tendría que importarme lo más mínimo, lo cierto es que me cabrea. Me molesta que ahora chicas de mi edad o más jóvenes lleven camisetas de los Rolling, Guns o Metallica sin tener ni idea del estilo, del repertorio, sin haber escuchado por afición externa ninguno de sus temas. Me molesta que se rapen media cabeza y lleven medias de rejilla mientras hablan como si perteneciésen a una resistencia rebelde cuando tienen lo que quieren nada más abrir la boquita. Me molesta la reciente adoración a Kurt Cobain porque tenía un atractivo grunge y murió joven dramáticamente. Me jode la apología del anarquismo sin tener en cuenta la verdadera base política que subyace bajo las consideraciones meramente aparentes. No sé si es motivo suficiente para plantearme las futuras publicaciones, la verdad es que toda esta atmósfera actual me enerva.
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