viernes, noviembre 08, 2013
Esta entrada va dirigida especialmente a ti, y me resulta especialmente repulsivo y cansino que me tengas que llevar a esta situación. Quemé las cartas que te escribí, tus fotos andarán al lado de algún cadáver de pescado en el vertedero y no me he arrancado la piel porque pienso que aún tengo posibilidades de no hundirme en este transcurso. Soy completamente feliz sólo porque me ronda por la cabeza la idea constante de que ya no te tengo cerca, ni de que podrás golpearme una vez más con la mierda que sale por tu boca. Lo que no me queda claro es si serás capaz de mantener tus jodidas manos alejadas de mi vida y sus carreteras secundarias. Eres de las personas que más daño indirecto me han provocado jamás, y eso no se me va a borrar del cerebro. Te deseo una satisfacción existencial plena únicamente para que seas capaz de deshacerte de ese halo de superioridad moral que siempre te ha caracterizado y puedas, de una vez por todas, olvidarme.
Pensaba que no iba a volver a sentir este tipo de rabia destructiva, pero con el tiempo y cuando he tenido un momento decente para analizar en profundidad lo sucedido no puedo si no arder de dentro hacia fuera. Todos los días, cuando voy llegando a la facultad, rezo a cualquier divinidad disponible para que me conceda la capacidad de hacerte invisible o de desaparecerte de mi radio. Y, ¿sabes qué es lo más gracioso de todo este asunto? Que sé que nunca te quise, ni lo suficiente ni demasiado, nada de nada.
Primero fue deseo, luego entusiasmo y finalmente lástima. Fue ese asqueroso sentimiento el que provocó que cediese ante tus peticiones de tirano de trono fangoso. Me quedé muda ante tus infinitas descalificaciones, contemplando en blanco cómo me ibas enterrando poco a poco en tu cueva de inseguridad y conflictos no superados.
Eres una persona consentida y manipuladora, y el hecho de que utilices la muerte de alguien para justificar el daño que haces es sólo un añadido más en la lista de razones por las que nadie jamás debería implicarse en algo contigo.
Ahora no me voy a poner a enumerar todo lo que sacrifiqué por ti, me imagino que éso solamente me colocará en una posición de mártir indefensa.
Jódete, a lo grande, a gritos, a lágrima viva como dice el poema de Oliverio Girondo. Vete a Hawaii, confecciónate un magnífico traje de anti héroe y lánzate al vacío desde un séptimo piso sujetando a un paraguas, fóllate a muchas tías y sigue intentando conquistarlas con tu labia natural.
Me despido a lo grande, aunque en realidad esto no me sabe a nada, si te digo todo lo que me gustaría soltarte te seguirías dando kilómetros de una importancia que perdiste hace mucho tiempo.

jueves, septiembre 12, 2013
Qué triste es todo a veces.
Ya veinte años y no estoy ni cerca de arreglarme.
Un poquito de calor más allá de la entrepierna, es inevitable buscar en cerebros poco capaces esa pulsión animal de ternura. Yo que me he criado esquivando ráfagas volátiles de balas hacia el pecho, siempre corriendo por fuera de las vallas sin preguntarme cuántas mochilas se me irían cayendo de los hombros. Creo que he nacido para luchar continuamente contra mí misma, en el campo de batalla se destrozan los pedazos con sentido que me quedan. Llevo la escopeta cargada a matar, he mitigado ya en muchas ocasiones el deseo de amar y ser amada en armonía con el orden del universo. Y es que el calor, las tazas de café en invierno y el roce de unos pies son retazos de una maldita utopía color rosa chicle en el asfalto.
I need some tender action, just sometimes, when my disastrous heart can't take no more. I am made of fire and stone.
lunes, agosto 19, 2013
Soy una puta disfuncional, mi cerebro va destrozando sueños de forma tan rutinaria como pica billetes un revisor. Arrítmicamente me deshago en cortejos puramente cárnicos que mi vagina no acepta de buen grado al final de la jugada. Tengo el corazón averiado desde hace no sé cuanto, probablemente lo trajeron a trompicones durante la mudanza y pagaron los errores con dosis de atracción efectiva. Por si fuese poco mi productividad es nula para lo que verdaderamente llega a contar en este camino tan cíclico, laberíntico y obscenamente intrincado. Nunca he pretendido alzarme movida por una brisa celestial entre las piernas hasta que me ilumine la perfección, pero es que tanto collage de opuestos me ha dejado muy tocada. Será sólo que me he hartado de los dulces con los que nos malcría el estado de bienestar. Falsa luchadora y sumisa de antros. Hay tantísimos agujeros en esta balsa de plástico oloroso...
domingo, junio 09, 2013
No me queda del todo claro. Lo que sí admito es que sabía perfectamente que se trataba de un camino inacabable en el que cada paso supone hundirte cada vez más o salir ileso por pura suerte. Siempre he dejado la jodida autopromoción a un lado, estoy orgullosa de que mis logros se hayan difundido por obra y gracia de la casualidad. Significa ganar porque eres bueno y no porque te has puesto de rodillas hasta que se forman costras oscuras en ellas. Y dejando ese aspecto a un lado, tengo que gritar por mi libertad. Si quiero hacer uso de mi feminidad y sensualidad en una imagen puedo hacerlo. Ello no significa que tenga menos materia cerebral que aquellas que se cubren a ojos de otros.
Es solamente una elección sencilla. Se me enreda la lengua, ahora resulta que provocar te resta todas las capacidades que posees y te convierte en poco más que un maniquí aquejado de muerte cerebral. Obvia tratándose de un objeto inanimado. Ya lo he ofrecido todo, con más o menos ropa.
domingo, abril 14, 2013
Contigo lo huracanes sólo equivalen a una profunda acidez de estómago que me hace recordar todos y cada uno de mis fracasos embotellados. Cada paso significa despeñarte a más kilómetros e ir empapándote de mierda sin tener un hueco para lavar un poco la ropa interior. Te veo sonriendo en fotos y me pregunto por qué no tengo una agenda para casos insalvables, aquello en los que la negociación es un paso a saltar. Te enviaría a una pandilla de albaneses para que jugasen con tus tripas y luego te picaran el billete al infierno. Aunque la satisfacción de hacerlo yo misma supera todo éxito posterior en el resultado. No sólo te asesinaría brutalmente, si no que te descuartizaría con una sierra oxidada e iría lanzando tus restos a los lugares con los que te has sentido menos identificado en tus años de victorias. No intentes joderme con tus dosis de tosco egocentrismo de tío molón que se adjudica méritos irrisorios por el mero hecho de haber pasado la veintena. Si nos volviésemos a encontrar en el tiempo y yo tuviese 13 años, aparato en los dientes y pecho plano aún tendría la capacidad de sobrepasarte en cualquier sentido. Me he ganado el derecho a vestirme de una prepotencia extrema y no limitarme a tocar las estrellas, si no a volcarlas y hacerlas ceniza en honor a un mal día. Tengo las palabras de la psiquiatra religiosa dándome vueltas como un mantra de resurrección y bueno comienzos: "Tienes que acabar con todo ese odio que hay en tu interior"
Me río de todas esas terapias.
viernes, febrero 08, 2013
Ahora me dejo las musas entre bolsas de guisantes en un congelador, mientras me entrego en carne a esos nuevos vientos que huelen a niebla, sobriedad y a destripadores de traje. Me sigues mirando desde esa foto desenfocada, pero ya no me acuerdo ni de las primeras notas de tu desodorante. Es triste mantenerte con quince, dieciséis años, repitiéndote hasta destrozar el tono de tu voz en el vinilo de los años de instituto. Apareces como inspector de hacienda cuando intento perder el desorden de pensamientos en la almohada, no me dejas descansar tranquila. Cuando me despierto todavía tengo el reflujo de una reconciliación que nunca se terció en tus cartas y me machaca la conciencia. No te quito de mí por la terquedad de la derrota no aceptada.
Ojalá pudiese llevarte otra vez a esos camerinos, violentarte hasta conseguir dar color a los momentos negruzcos. Todavía te necesito y sentirme un poco más tonta, inocente, inmaculada.
| Top ↑ |