viernes, diciembre 24, 2010
Vaya un jodido caos sentimental. A veces, cuando se levanta oliendo a colonia de hombre y se mira los moratones en el espejo, ni siquiera se acuerda de su nombre. Por eso ha decidido denominarse Bunny, la conejita de huye de las farolas y acapara chupitos de absenta entre las orejitas calientes. Desde que le nació la colita de pelo rosa, no ha habido un maldito stop en sus correrías donde la moral ha sido enterrada por un sentimiento de juguetero voraz. Porque no importa que una vez a la semana la penetre el Señor X, con intelectualidades de fondo, y que comparta de tanto en tanto paseos edulcorados en compañía del que será su eterno ex enamorado. No, tampoco es suficiente el capricho del despecho remendado a la costilla número tres, ni la ilusión sobre la que nievan 6124 km de renos y hojas crujientes. Se pregunta si el paseo por la galería de los perdidos se debe a una intoxicación precoz de prozac con el que su madre trata de generar la sensación de cuadro perfectamente colocado. El caso es que todavía guarda papeles de caramelos de cereza en la gabardina, así que eso significa que resta una pequeña esperanza de redención. No es que se sienta especialmente atraída por el descontrol congénito, es sólo que no cree que las botas militares estén hechas para caminar por baldosas amarillas. Se pregunta a qué sabrá la paz espiritual, pero concluye que debe estar bastante sosa, demasiado para una boca de perpetuos labios rojos. Además, los ángeles no se atreven a adentrarse más allá de la calle del pecado.
sábado, diciembre 11, 2010
Podríamos habernos conformado con bailar el tango de nuestra vida iluminados por las llamas de una magnífica chimenea, tú con tu pistola en uno de los bolsillos de la chaqueta, y yo con la mía prendida de una liga matrimonial. Habría sido idóneo, rozando la perfección absoluta, el satén, los labios rojos y la malicia conjunta. Estuvimos hechos el uno para el otro desde el momento en que mis labios chocaron contra tu mejilla recién afeitada. Eras el Don Juan altamente inteligente, y yo la cordera ficticia, la engañosa rubia tontita. Fíjate que, entre plan y estrategia, incluso nos hacíamos cariñitos de pareja convencional. Qué mentirosos éramos, y cómo nos gustaba. El hecho de que nuestra relación biológica y mental se sostuviese dentro de los estrictos márgenes del secretismo. Nada de rumores, nada de preguntas, la cama calla y nacimos para la discreción. Parecíamos movernos con elegancia contra la corriente, tan magistralmente que a veces nos cegaba la impresión de que dominábamos todo cuanto nos alimentaba los ojos. Fue el ensueño prohibido, y no puedo hablar de amor porque desconozco si dos alimañas perversas pueden verse sumergidas en ese afecto desinteresado. No, nunca pregunté, quedamos en que preferíamos la espontaneidad. Sé que resulta confuso, y contradictorio. Y ese final de cuento oscuro habría sido el broche final a la relación más genuina de la historia. Pero a grandes historias, pésimos finales. Un fracaso. Lágrimas, recuerdo que cogi un tren y me bajé a medio camino. Acabé desperdigada en la cama de un hotel. Rompí los lazos pero te habías incrustado en mi alma. Y yo en la tuya, chico malo. Tan complementarios, y tan venenosos el uno para el otro.
sábado, noviembre 20, 2010
Llevo unas semanas cubierta por una odiosa capa de sopor, una obstrucción sensible que ha rellenado de cemento mi cerebro. La obsesiva indefinición que es capaz de frenar y frustrar al mismo tiempo. Estoy encerrada en ese aceptado cubículo de responsabilidades, hechos cotidianos, comenntarios manidos. Soy esa oficinista que trabaja ocho  horas escribiendo mecánicamente, vuelve a casa a ver los mismos programas de televisión, a comer productos precocinados que saben a cartón y a dormir en una cama de medidas universales con sábanas estandar. También soy ese sentimiento ánímico, energético que está presionando cada zona poco controlada de mí para advertir "Eh, que esto no es suficiente, ¿vas a conformarte con el futuro predeterminado?" No sé, se supone que he entrado en el tramo más cercano a la primera linea de metra, y tras ella hay múltiples bifurcaciones borrosas. Veo lo que debería, eso siempre ha estado claro, es el estatus estrella y lo correcto, veo lo que me gustaría a corto plazo y lo que realmente proveería a mi alma de la emoción mítica. El problema radica en la imposibilidad de casar sendas opciones, en la incapacidad personal que me lleva a quedarme con la grava en las manos y la pala colgada del hombro izquierdo. Hoy, el adjetivo perdida tiene una significación especialmente dolorosa. La confusión no consigue despejar la certeza de que aquello que he perdido no va a volver a cruzarse por mi camino. Se hace patente mi inmadurez crónica reflejada en cada paso en falso, pero ese no es el problema. No sé cual es el fallo orgánico, químico, fisiológoco, terapeútido, no sé donde puedo localizar el error de imprenta.
Necesito un estado transitorio de coma, o que cese el tiempo lo suficiente como para hacer un examen interno de todo lo que me revoluciona las neuronas. Ahora sé que mi madre tenía razón cuando repetía una y otra vez eso de "tu desorden va a afectarte en el futuro" Que alguien me acerque una jodida aspiradora y unas gafas, que nunca he sabido leer mapas.
martes, noviembre 09, 2010
Si eres valiente, ahora que has perdido el orgullo serás capaz de borrar el trayecto doloroso en círculos y poner pie en otro camino aunque se tambalee, aunque te manches los zapatitos de mierda, aunque sientas que tu corazón va a autodevorarse. Si de verdad has pasado todos tus diecisiete años alardeando de arrojo y descaro, arráncalo de tí desazte de él como si se tratase de esa mancha entre baldosas que requiere rodillas, estropajo y sudor. Porque, si has cambiado debes enorgullecere del rostro sustituto y de las ganas sin empezar, del sentimiento de ser una novata que va a equivocarse otra vez a todas luces. Ése no es el problema, porque ahora, igual que una espía cambia de peluca, obtendrás un nuevo deseo intramuscular,, y sabes que otra sangre va a bombearte. Es una nueva mañana, es el despertar.
sábado, octubre 23, 2010
Mientras su padre se asomaba al espejo retrovisor para limpiarse las gafas ancladas en los setenta del mal gusto, ella se bajaba un poco la falda y mordisqueaba el residuo industrial que había comprado casi inconscientemente. El cincuentón suspiró haciendo eco de sus canas de reproducción acelerada, y ella metió el disco de nostalgia. Sonaba "Wonderful World" y, sin necesidad de mirarse un segundo, ambos empezaron a entonarla bajito, más para sí mismos. No podía considerarse una de esas comunicacíones extrasensoriales, ella no dejaba de da vueltas a la idea de que esa mancha rojiza en sus bragas significaba el funeral de la inocencia, y él seguramente concluía que el matrimonio era la condena mejor fundamentada. Eran extraños que compartían por acción del azar ese mismo código que los secuenciaba como pelirrojos de poca monta. A pesar de que él no conociese las hazañas poco morales de su criatura y ella lo tuviese en el pedestal de la inutilidad, una delgada linea fue capaz de relacionarlos durante esos dos minutos cincuenta y siete segundos.
martes, octubre 19, 2010
Es Domingo, es el día en que mamá y papá van a restregar su sucia alma contra los zapatos caros del sacerdote de turno. es el día en que ella mancha la suya, pero curiosamente el peso de la culpa se eleva más allá de la camiseta holgada al prender la sonrisa. El domingo se descalza, deshace la cama y pone blur en el radiocasette.Abre la cortina hasta que el sol llega a violentar su piel de bollo poco cocido. Frente a esa luz expiadora deja los miembros adormilados al descubierto. Se sienta, abre las piernas y vuelca todo el contenido represivo de su mente. Las manos cobran actividad impredeciblemente, primero se dedican a tantear los recovecos poco acenntuados, como un ratón ciego dando cabezazos hasta hallar el agujero. Cuando por fin respira, tres dedos se introducen en ese abismo fogoso que palpita con afán devorador. Se le abre la boca y entre sus paletas de modelo singular expele aire a presión que sabe a todo eso que le habría gustado probar. Llega hasta su epicentro, se desata la marea de la pérdida de identidad y su pelo danza esuriéndose por los hombros, preso de temblores. Antes de que el coche vuelva y sus progenitores vuelvan a impregnarlo todo de piedad, ella lanza un gito en el silencio y se desmadeja, con la euforia de purpurina en los ojos.
sábado, octubre 16, 2010
Así que parecemos estar dentro de una asfixiante bola de cristal de tamaño reducido. Percibimos borrosidades más allá del vidrio, amasijos informes de colores variados. Respiramos ausencia de oígeno, bebemos el agua química contenida y se nos atascan los lagrimales debido a las esferas de porexpan a modo de nebulosas nevadas. Nuestra habitación es el universo compartido o el féretro a cinco metros bajo tierra. Estamos atados a la cama de barrotes y todo gira en torno al desorden encadenado, una especie de retorcida obra de arte bondage. Pero ¿ha sido únicamente la puerta caoba la que nos ha impedido tragar aire más allá de nuestras bocas?
Sabemos que la llave maestra de escape se coló por una rendija y fue a parar al manantial de los cuerpos industriales en descomposición. Debido una incrminatoria casualidad, a una dudosa ley sobre los acontecimiento que hacen aguas.
Bailamos al son del sudor, tú eres yo, mi vestido tus zapatos de fetichista de extremidades. Nuestra es la desesperación aunque el amor se escriba con mayúsculas y a fuego contra nuestro costado.
Silencio, forcejeo. Somos pero vamos perdiendo nitidez a ojos de cualquiera que se atreva a asomarse a esta sala del pánico donde nos ha hacinado la fuerza sobrenatural. Dependencia se compone de dos placas imantadas, sufrimos el don magnético.

Dedico este texto rescatado de mi libreta de principios de 2010 a la señorita Soñadora E, y a enrojecerse. Gracias por estar ahí leyéndome al pie del cañón y comentando ;)
miércoles, octubre 13, 2010
Se acerca a la multitud y observa a su alrededor con cautela. La familia se halla a unos pocos metros, y esa viuda sigue pareciendo una furcia ricachona incluso embutida en el sobrio vestido negro. Alza el cuello de su gabardina y oscura, el viento sádico está quemándole los labios doloridos. La pistola roza su cadera a través del bolsillo interior, pero ya no hace cosquillas, aguarda. Haciendo acopio de descaro empuja y se abre paso hacia el agujero que mancilla el césped mortuorio. Todo es otra de esas manifestaciones de poder, las flores no presentan una sola tara, y el ataud es tan brillante que refleja todas y cada una de esas caras poco afectadas. Contiene la respiración para no dejarse embaucar por el aroma de los crisantemos. Su corazón da un brinco de júbilo, ha sido la presa más prestigiosa y, paradogicamente, la menos engorrosa de eliminar.
En un santiamén termina el estudiado discurso de despedida, y como bonus la viuda suelta unas lágrimas que deben destilar toxicidad concentrada. La caja se desliza hasta las profundidades de la zanja, ella tiembla, un impulso peligroso está toqueteándole los órganos interno.
Siente un empujón leve, mira al suelo empapado y reconoce los zapatos rojos. Poco, muy poco comunes. Deja de esconderse y encara al agresor casual. Todos están tan concentrados en el deprimente espectáculo que no han reparado en ese tío que lleva antifaz y sombrero de gangster. Se han reconocido, el lenguaje se hace específico e ininteligible. Ella devuelve el empujón y suelta una carcajada directa a su boca tensa.
- ¿Tan poco orgullo, héroe? Deberías aborrecer tus fracasos, enterrarlos, como a ese hijo de puta.
- Eres demasiado rápida, es una auténtica injusticia celescial.
- Un pequeño duelo y un punto a mi favor. Pero seguimos jugando.
Háilmente consigue mangar una de las flores y vuelve a sonreir. Plástico, que predecible. Antes de convertirse en una sombra de día nublado para alcanzar su coche tiende el adorno al enmascarado.
sábado, octubre 09, 2010
Lleva tantos minutos agarrado de su nuca que el pelo va a chamuscársele, los ojos no paran quietos y la magdalena ha llegado a fusionarse con la porquería del suelo del vestuario. El chico valiente parece estar encarándola "eh, todo el mundo dice que tienes los ojos como las manzanas" No distingue si es un cumplido o una curiosidad convertida en desafío.
No sabe de qué manera exacta, pero de repende ha abierto la boca y algo ha chocado con ella. Una lengua tan decidida como un colonizador inglés hace reconocimiento médico y acaba incitando a la suya. Parece como si un ventilador del infierno hubiese surgido de las profundidades de la tierra e insuflara aire endemoniado. Va a sujetarse la falda cuando hace acto de presencia un cosquilleo peligroso que trata de pasar inadvertido.
Es rápido, se repite, presiona su estómago y trepa por la escalera traqueal. Similar a. Se da cuenta y cesa la comunicación no verbal desmedida. Abre los ojos, el conquistador ve el verde encendido, el temblor y un trazo de falda que se escapa antes de que pueda atraparla. Ella se esconde a respirar y comprueba que no emana de ella olor a quemado. Son esos malditos brackets que han provocado un calambrazo, algo especial tenía la saliva de ese chico.
sábado, octubre 02, 2010
Cinco segundos. Éso fue lo que tardó en verse fulminado por el misterioso, o estúpido, hechizo del amor. Cinco segundos en los que pudo identificiar que la melodía que se escapaba de ese móvil pertenecía a Chuck Berry, que esa chica movía las caderas como si los resortes fuesen de gelatina, y que llevaba el mismo corte de pelo que Mía Wallace.
No importó demasiado que ella acabase vomitando sobre sus zapatos caros, porque él presumía de coleta y traje de chaqueta al más puro estilo gangster siciliano. Quizá ese descaro que le confería el aspecto fue lo que lo impulsó a cogerla en brazos y subir en el autobús equivocado. También pudo deberse a que él también pecaba de embriaguez y había olvidado que su prometida, Loise Chaplin, lo esperaba en un altar de mala muerte, con el vestido de su bisabuela y flores de plástico entre las manos.
Sea como fuere, no volvió a preguntarse nada más. Ni siquiera cuando la chica despertó del coma transitorio y quiso gritar, se revolvió y el conductor los bajó a la fuerza del vehículo. Quedaron frente a frente, hipnotizados por la casualidad, y qué cojones, primordialmente el influjo tarantiniano.
Arrancarse la ropa fue simplemente un aderezo para el guión.
martes, septiembre 28, 2010
Para bien o para mal, jamás pudo olvidarse de esa cara ensangrentada, en la que destacaban dos desmesuradas pupilas esquizofrénicas. Ese tío con traje de chaqueta no podía ser mayor que ella, a duras penas rozaría la mayoría de edad, y se reía con tanto entusiasmo que parecía haber descubierto el verdadero sentido de la vida. A ella no la vio, aprovechó para escabullirse en cuanto el desconocido se entretuvo en escupir un diente prematuramente huérfano.
Tres meses más tarde volvió a encontrarlo en la peor biblioteca de la ciudad, arrancando una página de un libro rancio de autoayuda. Se sentó frente a él y cubrió su escote con el ejemplar de Grandes Esperanzas. Estaba impecable, llevaba una corbata simétrica.
- Dime, ¿Qué es? ¿El sexo? ¿La violencia? ¿Finges?
- He desechado la filosofía.
El temerario se armó de la más psicótica sonrisa, se acercó a una de las ventanas y, eventualmente lanzó el manual contra la acera.
- La clave es el momento.
Antes de que el grito huracanado de la bibliotecaria monopolizase el edificio restaurado, agarró su mano y tiró de ella a toda velocidad durantes tres escaleras de caracol.
jueves, septiembre 16, 2010
Llámala Margaret de lunes a viernes. Margaret extremadamente delgaducha y de pelo corto, pero femenina guardando sus huesos prominentes en vestidos y faldas coloridas. Cinco días a la semana su voz es como el gorjeo de un pajarillo moribundo, y su pose la de una bailarina dramática, dulce y sinuosa hasta la extenuación. El miércoles comparte cama con Timothy Cane bajo tres kilos de dosel rosa, y se niega en rotundo a practicar sexo anal, pero él no quiere romper a esa muñequita. Toma helado de fresa y escucha música clásica en el coche.
El sábado duerme hasta las seis de la tarde, y cuando despierta ha sufrido la metamorfosis. Se bautiza como James arrullada por agua a casi 50º C. Borra el tono rosado de los labios y se venda los pechos minimalistas. Rescata la chupa de cuero de las profundidades del perchero, y los pantalones ajustados que tuvo que encargar a medida. Lleva un paquete de tabaco negro en uno de los bolsillos y al arrancar el coche con expresión de rebelde sin causa esconde el disco de Bach en la guantera, junto a sus ligas de encaje. James se mueve con una agresividad melódica, y no ha escuchado hablar nunca de un correcto Tim. Recorriendo bares de mala muerte busca a alguna Candace, Jamie o Rita.
viernes, septiembre 10, 2010
Un día antes de que Nadine decidiese no volver a usar su pintalabios de la suerte Clío y ella se encontraron. Clío estaba acurrucada contra una farola, envuelta en rebecas de lana hechas a mano y dando sorbos a un termo que destilaba batido de vainilla caliente. Era una entrañable parodia del mendigo alcohólico. Nadine, con la mayor parte de la carne expuesta al frío y un cúmulo de billetes en el sujetador se sentó junto a ella.
Bebieron juntas y se dedicaron a obsevar los bichejos que se consagraban a la luz mortecina en busca de la redención. Quizá, lo más adecuado para ellas habría sido entablar una conversación remotamente existencialista, pero a ambas las enmudecía esa vergüenza muda que solo asalta a los que se sienten culpables moralmente.
Se quedaron estáticas y expectantes, dos, tres, cuatro horas. Hasta que la farola decidió dejar de funcionar, los insectos se largaron decepcionados y ellas rompieron la unidad anónima caminando en direcciones opuestas.
sábado, septiembre 04, 2010
Sentada sobre la acera y manchándose las sandalias de gasoil escapista contempla el establecimiento. Piensa que el romanticismo agonizó cuando hizo acto de presencia la comida rápida. Deja la rosa de plástico punzante a su derecha, deseando que la alcantarilla decida tragársela, pero no lo hará. No es material selecto.
Alguien se acomoda muy, muy cerca de ella, y sin mirarlo el perfume a aceite cancerígeno los envuelve como humo lacrimógeno.
- Puedo invitarte a algo si no tienes dinero.- Observa los rizos mañaneros, y la cara de textura nada comparable a la de esas patatas fritas embadurnadas en colesterol maligno.
- Bah, he venido preparada.- le muestra la bolsa precintada, y las zanahorias frescas de su interior. En el vaho que empaña el plástico podrían escribirse dos nombres.
- ¿No esperas a nadie? No quiero hacer el gilipollas.
- A una ráfaga de viento.
Se estremece, en Agostro la carretera explota en efervescencia vulcánica al contacto con los cuerpos, ahora esos mismos cuerpos se escarchan y agrietan. El desconocido deja las patatas a un lado, alcanza la rosa y sonríe, luego la desliza entre los barrotes de la alcatarilla lentamente. Ella se quita el gorro de alpaca porque le arden las mejillas, y olvida sus zanahorias ecológicas.
- Feliz San Valentín.
miércoles, septiembre 01, 2010
Te jode.
Porque te jode actúas como si no te importase que pasee un amor de plástico y revista de cuarentona que lee mientras le carbonizan el cerebro en una peluquería de barrio. Dejas de llevar faldas de flores, te abres de piernas cuando algún tío te mira en el metro. Aprendes a sonreír con malicia, emulando a las prostitutas de zapatos caros. Te relames los labios teñidos de rojo barato. Empiezas a fumar Malboro y a follar con cualquier despojo y en cualquier lugar inmundo. Te lanzas al cuero, a la rejilla y a los sujetadores de estampados escandalosos que acaban en el contenedor de al lado de tu pisito manchados de sexo y sangre.
Porque te jode tanto que serías capaz de llevar una cámara oculta contigo a todas partes y luego enviarle en VHS todas tus guarradas de zorra forzosa.
Tienes un agujero de bala en el pecho que arde diez veces más que un disparo a bocajarro, su foto en el cajón de las braguitas blancas y su nombre grabado a fuego en las costillas. Eres un avión de papel de embalaje descontrolado, no tienes el glamour para protagonizar un drama y la autolesión te da grima.
Muñeca pintarrajeada, a veces una debe aprender a darse cuerda sola hasta romper los engranajes, arrancarse el colorete y conseguir balancear esas piernas de alfiler y cartón piedra.
sábado, agosto 21, 2010
Me dijeron que debía sentarme siempre con las piernas cerradas, nunca cruzadas, eso es del mal gusto. Debía llevar en todo momento una falda que rebasase la altura de mis rodillas despellejadas, rezar mañana y noche, no mirar nunca a aspirantes al género maculino. Debía mantener las formas, esperar mi turno para hablar y poseer un vocabulario selecto fruto de una cuidada educación. Comer con la boca cerrada y los brazos pegados al cuerpo, ceder el paso a las personas mayores al ir dando un paseo, no llevar sombrero en sitios cerrados y jamás acceder a un coqueteo.
Todas esas reglas que tan bien asimilé a lo largo de unos quince años desfilaron a lo largo de mi intrincado cerebro a la velocidad de un bólido de carreras y luego se derramaron por el oído izquierdo, como el pus de una infección.
En ese momento, con la camisa blanca arremangada, los calcetines retorcidos y la trenza deshecha me dispuse a dar el primer puñetazo de mi vida a otra muchacha que me desafiaba sonriente. Conté hasta cincuenta pero la excitación seguía cosquilleándome los dedos. Lo hice, tan fuerte y tan inesperadamente que la sangre procedente de ese labio desnudo me salpicó el uniforme.
La acción reprobable y las consecuencias de ella se desvanecieron de mi conciencia antes de penetrar en su seno. Me miré el nudillo ardiente y lacerado, estudié mi obra en aquella compañera que lloraba histéricamente con las dos manos sobre la boca partida.
No recuerdo haberme sentido más satisfecha en toda mi vida. 
martes, agosto 17, 2010
La cisterna rota la provee de una sinfonía de sonidos acuáticos que conforman, junto con su respiración agitada, la perfecta banda sonora que la acompañará en su descenso al abismo.
Su ojo derecho toma el control unos segundos para somarse a la superficie envuelta en huellas del espejo del cuarto de baño.
Ahoga una carcajada, la sonrisa sardónica pronto iluminará su rostro en la morgue de cualquier dejado hospital público. Ante sí desfila el amplio arsenal de automutilación que ha podido coleccionar. Su coche espera en el garaje con las ventanillas bajadas y la calefacción en marcha. Por si se echa atrás ante el dolor o el lamentable espectáculo sanguíneo.
El cable del teléfono cortado, y la puerta de entrada cerrada con llave. Todo esta más que planeado, aunque quedan los dos aspectos primordiales del suicidio. El primero, la nota dedicada al desdichado lamentable que la encuentre comatosa y desmadejada. El segundo, simple, la muerte.
Coloca su diario abierto sobre la taza del váter, y saca punta al lapiz rojo que encontró bajo el sofá. Bien, ahora, ¿qué cojones va a escribir? En su mente tiene como referencia la carta que escribió Kurt Cobain antes de volarse los sesos, pero sería deprimente que plagiase ese documento.
Se muerde los labios, no sabe ni cómo empezar.
Empieza a hiperventilar, en sus rodillas brilla el beso de las baldosas. Es imposible que no encuentre la inspiración adecuada a estas alturas, a un paso de la desaparición. Se levanta de golpe, presa de un calor que quema hasta sus órganos vitales. No, no es desesperación, es pura rabia. Como un huracán repentino.
Recoge todas las cuchillas, arroja el matarratas por el desagüe, lanza su diario patético por la ventana. Se peina la melena empapada y por primera vez en seis meses se maquilla de modo que no parece una prostituta sifilítica.
Apaga la calefacción del coche, lo pone en marcha y a las cinco de la mañana, en pleno diciembre va a una cafetería a tomar capuccino con pastel de fresa.
domingo, agosto 15, 2010
No quedan invitados en el baile, no se le ha perdido ningún zapato de tacón y cristal.
Del mismo modo ningún príncipe adinerado va a buscarla desesperadamente para librarla de cualquier perverso encantamiento, salvarla de las garras de todo tipo de criatura mítica o besarla en el preciso punto de su anatomía que la haga despertar de un coma inducido. Nadie la bendeció justo tras su esperado nacimiento, porque el suyo fue como ver llegar una tragedia anunciada. No lleva vestido, y su pelo está lejos de rebasar media espalda en longitud.
Aun así, sobria después de dos años de delirios narcóticos y por lo tanto consciente de su posición de mierda en el orden místico del universo, ha dado cuerda al gramófono del irlandés borracho y ha empezado a dar vueltas sobre sí misma.
Ahí tenemos a una de esas niñas perdidas de sangre vulgar bailando entre escombros, inmundicia y jeringuillas de heroína. Amparada por las pintarrajeadas paredes del sanatorio abandonado donde los tuberculosos distinguidos decidían acabar con su vida.
viernes, agosto 13, 2010
Es curiosa la vida. Tan impresivisible como una exposición de arte moderno.

Puedes pasar dos años profundamente enamorada del chico perfecto y que cualquier día un atrevido desconocido te emborrache y consiga que te cases con él en Las Vegas, con un Elvis Presley de peluca y traje alquilado como maestro de ceremonias.
Puedes prometer que no volverás a llorar por estupideces y montarás un numerito sensiblero al ver a una mariquita posándose sobre tu pelo, porque trae buena suerte.
Puedes perder en un segundo ese terror irracional que tenías a montar en avión, sólo debido a esa mano tatuada que te está acariciando los brazos y te tiene ensimismada.

Pero esto tiene que quedar claro, jamás hemos hablado de amor.
lunes, agosto 09, 2010
"Piiii, piiii, piiii..."
Pierre lleva media hora aproximadamente apoyado contra el marco de la puerta, sosteniendo la sábana de matrimonio y flores mortuorias conta la entrepierna poco activa. Su cigarro negro se consume, al igual que su poca paciencia de adolescente precoz.
"Piii, piii, piii..."
- No ves que comunica, déjalo.- Manuela lo mira con su cuenca hinchada y parduzca, enrolla los dedos en el clable del teléfono. Lo desafía.
- Ven.- el francés pelirrojo niega con la cabeza y se ajusta las gafas con precisión. Esos ademanes de graduado formal son los que la vuelven loca en el amplio sentido de la palabra, sensación ambivalente.- Seguro que Nadine se muere de ganas de hablar contigo también.
- Joder, otra vez el mismo cuento de mierda.
Ahora sí, es el momento, deja caer la tela, el cigarrillo y por poco los anteojos de diseño. Desnudo, impúdico, pero airado se arrodilla ante ella y le arranca el aparato de las manos. Le gustaría que todo fuese como cuando los tres se conocieron en Montmartre y acabaron haciendo un trío en un callejón de mala muerte. Sin implicación, sin corazones, sin remordimiento. Sin dolor. Sólo sexo y juventud como agua de la vida, imperecedera con estupefacientes de por medio.
- Tienes que comprenderlo. Sigue conmigo unos pasos.- La desnuda en un abrir y cerrar de ojos, es el Harry Houdini galo. Con los dedos frena el hechizo del carmín en unos labios demasiado finos.- Cuando tiene un accidente, o enferma, o incluso lo decide, muere. Si una persona muere, desaparece de este mundo. Que desaparezca quiere decir que no puede ponerse en contacto con los vivos. ¿Me sigues? Llegamos al punto clave: los muertos no pueden contestar al teléfono. Ni siquiera aunque Nadine dijese que nos querría para siempre, debes aprender que esa expresión quiere decir "hasta que me sea imposible demostrar que te quiero"
Ahora espera, ansioso, a que de una vez por todas Manuela se eche a llorar. Pero a ella las lágrimas sólo le recuerdan a Hollywood.
- Te equivocas. Para siempre significa eso mismo, durante toda la eternidad. Nadine no se ha muerto, ha dejado de respirar porque se ha pasado queriendo ver España desde la Torre Eiffel. - Sonríe, contagia a Pierre, que siempre ha sido insufriblemente empático.- Y tercero: no comunica, es un mensaje encriptado y tienes que ayudarme a descrifrarlo.
jueves, agosto 05, 2010
Me toca, le toco, me gusta, es éxtasis, es inocente. ¿Es una película? No creo que yo pueda actuar tan sumamente bien. Blanco y negro. Color. Resplandece. Perdura. Es como un sueño. Veo borroso, no quiero mirarlo. Vuelve a tocarme, ahora no puedo estar delirando. Es tan cierto como uno de esos anuncios de seguros de vida. Joder, se me revuelve el estómago.
Sí, créelo, son menos de treinta minutos, una insignificancia y has entrado al paraíso.
miércoles, agosto 04, 2010
Poco antes de suicidarse, su madre le contó que el amor era como una lamprea, se adhería silenciosamente a una sección particular del pecho y succionaba sangre como a cucharadas,en dosis imperceptibles. Entonces, llegaba un momento en que descubrías que un parásito te estaba consumiendo, pero la falta de elixir vital nublaba la psique y provocaba una extraña sensación de felicidad beoda. El último tramo era el desangramiento y el abandono. La lamprea sin corazón abandonaba el cadaver.
domingo, agosto 01, 2010
Que Julieta se corte el pelo usando la navaja de afeitar de su abuelo difunto, compre una guitarra de segunda mano y cambie al jugador de baseball por una católica pelirroja no quiere decir que se esté rebelando inútilmente, si no que ha comprendido que hasta ese momento ha vivido con el pecho enterrado bajo enternecedores estereotipos.
martes, julio 27, 2010
- No, no me interesa ninguna de sus promociones, ya no. Voy a acabar con mi vida ¿sabe?
- Puede decir simplemente que no necesita cambiar de compañía y colgaré.- es su primer día y empieza a sentir un odio destructivo hacia sí misma, hacia esa insistencia obligatoria.
- No miento, señorita desconocida. Buena suerte con futuros clientes.
La teleoperadora inconformista mira a su alrededor, la chica de la izquierda degusta un bocadillo bajo en calorías, la de la derecha se lima las uñas mascando descaradamente un chicle milenario. Nadie va a prestarle atención, ni aunque comience a gritar y a destruir su cubículo.
- ¿Por qué? Quiero que me cuente sus razones, probablemente voy a ser la única persona en este universo que se interese por usted. Además, estoy arriesgando mi quinto trabajo por un suicida en potencia, me lo debe.
miércoles, julio 21, 2010
And, even if i can't help considering you as detrimental and bland as cyanide, i keep praying devil to have those sharp lips all over my sinner skin. You can't call it love, but they presumably provoque similar wounds.
lunes, julio 19, 2010
A menudo, los miembros de mi familia me tildan de pirada. Bueno, no puedo negar que soy algo inestable mentalmente y de ideas fuera de lo común. No voy a justificarme porque, al fin y al cabo todo esto es divertido. No estoy siendo irónica ni sarcástica, mi situación es digna de una comedia deprimente. Mi madre es, y ha sido toda su vida depresiva y victimista, y esos rasgos están acentuados por un carácter mucho más voluble que el mío. Mi padre es un responsable calzonazos que confunde mi nombre con el de su hermana pero me apoya en las discusiones. Mi hermano tiene pesadillas cada dos noches y es algo incapaz de defenderse del maltrato, un sensiblero.
Esto es lo más cercano, pero no hace más que empezar a enredarse.
Si paso a abuelos, tíos, primos y demás variados familiares sólo consigo crear un círculo vicioso de intrigas, rencores, enfermedades y un profundo sentimiento de culpabilidad. Desde hace mucho tiempo me planteo escribir una vergonzosa crónica familiar, manteniendo el anonimato, por supuesto.
jueves, julio 15, 2010
Me sigues hasta los baños, me abres de piernas, me corrompes a ritmo de rock and roll porque te pongo más que ninguna de esas zorritas politicamente correctas que te matan a roces en las mejillas. A pesar de tu expediente, de tu magnífico coche, de la beca en Harvard y tus principios conservadores no puedes evitar que te vuelva loco una perra como yo. Y a mí me encanta que te deshagas de tus gafitas antes de dejarme la marca de tus dientes a 40 centímetros del pezón izquierdo.
miércoles, julio 14, 2010
Sonrieron dulcemente hasta que las cámaras cesaron su actividad al toque del director. Tras esa exhibición, Jessy-Eve saldría al balcón artificial para fumarse un porro entre lágrimas, mientras Jerry-Sirius estaría a punto de ser penetrado brutalmente por su nuevo novio sueco.
martes, julio 13, 2010
Te acompaño hasta el infierno porque en este momento no aparece ningún conejo insufrible al que pueda seguir.
miércoles, julio 07, 2010
- Sin embargo, me gustaría ser capaz de afirmar que todo lo que nos rodea es tan real y tangible como este soberbio té.- Dio un sorbo y miró significativamente al hombre que la cortejaba.
- ¿Qué le hace pensar en esto como una fantasía?- Tomó la mano libre.- ¿Cómo puede dudar del rubor de sus mejillas, del brillo de sus ojos, del palpitar desbocado en su corazón? Y en el mío, señorita.
- No dudo, desde el momento en que se sentó a mi lado todo estuvo claro.- Sonrió- Esto es una farsa, el rubor es fruto del cosmético, su palpitar surge de la lujuria, no del amor. Las pastas están duras, y este té no lo es tal, dada la notable cantidad de cianuro que he disuelto en él.
martes, junio 29, 2010
Siempre me propuse escribir algo que distase abismalmente de la bazofia romántica adolescente. Quiero contenerme, voy a apisionar mis dedos contra mi vientre. No, no puedo evitar ensoñaciones rosáceas, no puedo escapar de esa mierda que tanto desdeño.
He nacido genuinamente hipócrita e inconsecuente para con mis actos.
lunes, junio 21, 2010
Perdió el control y atisbos de su férrea conciencia mucho antes de que ella subiese al escenario y eclipsase a todo el contenido humano del garito, o esa fue su impesión. La vio vestida con una falda de vinilo verde fosforescente, unas botas hasta el muslo y los pezones cubiertos únicamente con dos trozos de cinta adhesiva negra. Y el pelo, rosa, la clase de rosa que solo existe en el rotundamente poco saludable algodón de azúcar. A lo largo de sus venas contenidas se desató la riada etílica. Cuando ella lo invitó a subir, como una descarada gata en celo, él ya se había deshecho de todas sus convicciones traicionales.
sábado, junio 19, 2010
Honey babe, me confundes, cuál es exactamente la frontera entre "you make me horny" y "Marry me", parecemos una maldita película de Woody Allen.
miércoles, junio 16, 2010
Querido chico caliente: deja los eufemismos cutres de comedia romántica y fóllame, ni siquiera estoy pidiendo que lo dejes todo por mí y nos casemos en una iglesia lúgubre al olor del veneno que cataremos para acabar con nuestra vida segidamente después.
viernes, junio 11, 2010
Cada día doy gracias al ente superior por haberme creado en el seno de una familia tradicionalmente retrógrada, homófoba, racista, rematadamente fascista o derechista y, por si fuera poco, ranciamente católicos.
domingo, junio 06, 2010
Está sentada frente a la consulta, lleva un vestido azul desvaído, rasgado y combinaciones siniestras de rojo bermellón y púrpura clavadas en la piel. Tiene dos goteras, una a la altura de la ceja, que comunica con la segunda, arriba de las dos paletas ligermente separadas. No lleva zapatos. Frank se vuelve hacia ella y contiene el escape de sirope de eritrocito, está hipnotizada. De repente es un maniquí del museo de los horrores, incluso brilla a la luz de los fluorescentes. El mentalista chasquea los dedos y parpadea, está en un escenario de gallinas concurrido, se ahueca el recogido impresionante, mancha el micrófono de rojo. Habla. Frank no pertenece al género gallus, pero se ha colado usando magistralmente las migas de su bolsillo.Ha olvidado el texto, el hombre vestido de espía sube y susurra a su oído "vamos, tienes que contarles la historia", agarra su brazo, se escucha un crack anatómico, se abre y cierra el telón, lleva un vestido carmín.
- Blancanieves consume intencionadamente fertilizante, Cenicienta se rompe la nuca durante la ceremonia nupcial por el tacón defectuoso, Julieta se atraviesa las entrañas antes de que llegue Romeo. Y yo..., he tropezado, no era mi intención.
- Bonito vestido hortera.
- Bonito paquete de smoking.
- Pareces una de esas villanas de Falcon Crest.
- Y tú un gilipollas que se muere por follarme, por mucho que chirrie la tela de los ochenta.
sábado, junio 05, 2010
Veo negro, pasos, rozaduras, un garito, tinto y licor de mora en jarras industriales, veo plazas concurridas por indeseables corteses y pájaros del extrarradio, veo combinaciones de alcohol, medicamento y dolor menstrual. Siento los treinta y seis grados, el olor a cigarrillo, manos, labios, bocas, saliva y sangre golpeando las paredes carnales.Vuelve a repetirlo o bórralo de tu memoria.
martes, junio 01, 2010
Hoy, fortuitamente, llego a la conclusión de que todo eso del olvido es una basura, un bodrio creado por los ilusos amantes despechados. Me doy perfecta cuenta de que te sigo queriendo a morir a pesar de haber interiorizado tu condición natural de bichejo repugnante, carente del más mínimo atractivo, así como de originalidad y criterio propio. Ni siquiera el hecho de que me cambiases por era furcia de vida Hollywodiense es suficiente para que mi orgullo haga el favor de mandarte a freir monas. MERDE.
sábado, mayo 29, 2010
Aguarda, no va a seguir latiendo muchos más segundos. Brillaba, lo hizo durante tiempos incalculables de non stop y éxtasis, pero carece de bruñido, es anti limpia metales. C'est la vie. Al menos se fotografió y él guarda las instantáneas contra su somier, para que su cama nunca deje de arder.
domingo, mayo 23, 2010
A veces imagino que soy una superheroína, de esas que rozan el límite entre lo atrevido y lo pornográfico, refiríendome (sin duda alguna), al atuendo. Tendría un nombre ingenioso, corto, que ni siquiera uno de los drogagictos a los que salvaría el pellejo pudiese olvidar en toda su penosa existencia. Un poder innovador y relacionado directamente con mis capacidades intelectuales, que al mismo tiempo complementase con una estructura corporal especialmente creada para aniquilar.
Ahí cierro el grifo, con toda seguridad ejercería un papel pésimo como desinteresada salvadora del mundo. No se trata de debilidad de voluntad o de una perfidia oculta entre la válvula mitral y el ventrículo derecho.
Es algo mucho más sencillo.
En cuanto el villano hijo de puta comenzase a hacer trizas la esperanza, no tendría más remedio que caer rendida de amor a sus pies.
jueves, mayo 20, 2010
Entro en un bucle de desesperada inispiración, comienza el verano.
viernes, mayo 14, 2010
Dando tumbos sobre esa cama desvencijada que olía a Chanel Nº 5 rancio el enchufe que unía sus sentidos a la conciencia perdió los cables. Se observó volar retorciéndose inmersa en un cielo azul marinero, y su cabeza, bajo toneladas de agua helada. Ni siquiera necesitaba reconocer el rostro de su catalizador de reacción remunerado.
jueves, mayo 13, 2010
Amor único e indiscutible y tú bebes los vientos por cada letra del abecedario. La vida es inconsecuente.
miércoles, mayo 12, 2010
Cuando Sally conoció a Jeremy era sólo una mojigata, una estrecha sin ínfulas de virgen doliente. Hasta ese momento, cuando el chico habló de los cuernos, de la ruptura, de la insatisfacción y ella se ofreció a quitarse el sujetador vía web cam. Giro de 360º y una pasión inefable latente que los mantenía adheridos a la pantalla de sus portátiles.
miércoles, mayo 05, 2010
Seguir conquistada por un sentimiento destructivo e inútil es patético, pero seguir estándolo aun cuando una se manifiesta una completa escéptica es una  muestra de la más miserable hipocresía.
Ya puedes empezar a ir en busca de una terapia de choque, señorita "necesito suicidarme"
Y tú, machito adicto a la supuesta libertad y al heroísmo, puedes comenzar a joderte de la peor barriobajera forma, te deseo todo lo peor. De enfermedades de transmisión sexual a dilemas de orientación amorosa. Pedazo de gilipollas indeciso.
(Necesitaba una vía de desahogo inmediata y digna de cauterizar heridas recientes. Gracias, bendito anonimato)
domingo, mayo 02, 2010
Rumbo a casa, ebria de desolación absoluta, Eve, la bebedora compulsiva de crema de menta no pudo dejar de pensar ni un segundo en lo cautivadora que había sonado la voz de Matilda instantes antes de que cayese hacia atrás, atacada por una merecida sobredosis.
sábado, mayo 01, 2010
Mi última ilusión es marcharme prescindiendo de equipaje a un reducto terrenal, entre cielos e infiernos, donde las chicas beban café caramelizado aposentadas en sillas de alambre y tengan siempre los ojos vendados al caminar.
viernes, abril 30, 2010
Ignoro si mañana o el próximo 2030, pero voy a conseguir contratar a ese puto exterminador de plagas y lograré arrancarte de mi ventrículo izquierdo.
martes, abril 27, 2010
Bah, déjate de conversaciones pseudo sentimentales, me consta que nunca ha sido tu fuerte eso de abrir y vaciar las entrañas sobre esta encimera de cocina. No, ¿por qué vuelves a preguntarme qué me ocurre? ¿Te van las preguntas retóricas, las obviedades, o es que sólo pretendes simular algo de interés? Te conozco, sé a la perfección que eres el ser más egoísta parido por cualquier mujer poco afortunada. Pero, estás de suerte, yo también soy una puta desconsiderada y por eso conozco la falsedad del tono. No quiero que me abraces, no deseo ver a tu lado por sexta vez esa película sobre enamorados que alcanzan el fin del mundo.
Lo siento, finito, sin contenido lacrimógeno. Leave me alone.
¿Nunca te he dicho que el pastel de plátano me satisface muchísimo más que todos tus tanteos e intentos? A eso se reduce la vida, iluminado.
sábado, abril 24, 2010
Resulta curioso lo velozmente que puede acabar algo, si evitas pasar por alto las desagradables señales que auguran el término del proceso. Ha sido un chasquido. Tan súbito que me ha dejado colgada de un tremendo e irreal estado de insensibilidad. Incluso, y no es por alardear de un transtorno psíquico post traumático, una carcajada comienza a crearse en mi estómago.
viernes, abril 23, 2010
¿Sabes?, él está enamorado de ella. Hasta el infinito, el horizonte, el fin de los tiempos, el más grandioso agujero de gusano. Es un amor más fuerte que una comunión de tornados. Pero nunca se lo dirá, jamás, ni siquiera es capaz de escribirlo en una tarjeta en clave de admirador secreto. Y va a cagarla. Tanto, que cuando ella se marche, se case, tenga un hijo o muera debido a un accidente imprevisto, él va a dejar de existir.
jueves, abril 22, 2010
Ahora que ya te has marchado, dando un portazo y dejando un cigarrillo encendido junto a la cortina de ducha, ahora ya no voy a sentir cargo de conciencia al coger la cuchilla inoxidable y rajarme poco a poco todas las venas del cuerpo. Tampoco me invadirá el miedo a perder la conciencia, a olvidarme de tu cara pegada a mí en el hospital. Gracias, eras lo único que me ligaba a ese latido intermitente. Ajeno.
lunes, abril 19, 2010
Fue despidiéndose de las capas exteriores, las interiores, y llegó a la piel. Al observarla desde lejos se dios cuenta todo el aire y olor a vacío que la envolvía, como un gorrión que ha caído del nido y agoniza junto a una alcantarilla. Solo sintió deseo de rodearla con sus brazos y besar la cabellera alborotada.
Cuando estuvo a punto de saltar tuvo la tremenda ilusión de que el suelo se convertiría en tela de cama elástica al rozarlo con los pies, y no la destrozaría en una milésima de segundo.
sábado, abril 17, 2010
Allí estábamos los dos indecentes, frente a frente, separados por menos de dos metros de distancia. Conteniéndose para no dejar en libertad a los manos y pies acostumbrados al calor descontrolado, fingiendo prestar atención a la conversación filosófica sobre el desperdicio del tiempo.
martes, abril 13, 2010
Grady fue al baile, danzó alcoholizada, sonrió a Philip el anarquista con clase. Pero no puedo arrancar de su cabeza la mancha rosa oscuro en su vestido, a la altura del corazón.
viernes, abril 09, 2010
Te acuestas sola, ruedas y escuchas voces de ultratumbra que provienen de la radio católica, tratas de desalojar cualquier contenido conflictivo de tu mente y acabas sintiendo el sucio remordimiento de las putas.
martes, abril 06, 2010
Joder, mi corazón es como una bestia insaciable, y tú te contentas con ofrecerme galletitas saladas.
sábado, abril 03, 2010
He bebido, vuelo, me arden ls mejillas como si dos jalapeños bailaran el cha cha cha con ellas, entrecierro los ojos, sigo pensando en nubes, en cuerpos desnudos sobre baldosas, en besos sin nombre ni intención.
No tengo conciencia exacta de aquello que estoy componiendo, supongo que es otra forma de inspiración.
No has dejado de dar vueltas y dar por culo de forma imprevista, en mi cerebro, en mi memoria.
Gracias al cielo que todo es difuso.
martes, marzo 30, 2010
Si me hubieses dejado, te habría desgastado hasta las amígdalas. Lástima que sea tarde y se hayan acabado las ganas de besos y sonrisas. Destellos de romanticismo sombrío.
lunes, marzo 29, 2010
Aun quiero jugar a animales salvajes contigo, y dejar manchas de pintura de dedos y tarta de lima ácida encima de tu anodina colcha de cuadros.
sábado, marzo 27, 2010
Su obsesión por los años veinte la lleva a cortarse el pelo muy, muy por encima de los hombros, a bailar charleston a las dos de la madrugada y a acostarse con hombres que fuman puros, llevan gafas redondas y pantalones sostenidos por tirantes marrones.
jueves, marzo 25, 2010
Sí, puede que me haya quedado en paro hablando de orgullo personal, pero metidos en ese baño, rodeados de camerinos enmohecidos tuve que refrenar la torrencial apetencia de besarte.
sábado, marzo 20, 2010
Es sábado, estamos a veinte, el crujido de mis pies desmesurados hace eco a la altura de la clavícula, y fresones troceados comienzan a convertirse en carne de monera en un rincón de la cocina.
lunes, marzo 15, 2010
La follaba contra la lavadora, al compás del ritmo de lavado de la máquina obsoleta, mientras la ropa de su madre giraba hasta la extenuación envuelta en el suavizante color azul evasión.
sábado, marzo 13, 2010
Aquella sala de baile escondida en un emplazamiento subterráneo era el agujero donde iban a parar los bellos mentirosos patológicos. Allí, bajo una densa atmósfera de humo y charleston, la insatisfacción se enmascaraba provocando deseo instintivo, se canalizaba el odio a base de taconazos y libidinosos alzamientos de falda, y el dolor de corazón parecía curarse abriéndose de piernas contra alguna de las columnas que servían de soporte. Todos tenían conciencia interiormente, de que las vivas melodías que parían los gramófonos eran tan solo un adelanto de lo que escucharían durante su desafortunado suicidio.
miércoles, marzo 10, 2010
Tú eras como un Elvis recién maquillado tras emerger del panteón estelar, pero yo estaba bastante lejos de asemejarme a la delicada Priscilla. Aun así, tras las ojeras, las botas militares y el maquillaje espanta chicos decentes, me moría porque cantases una balada para mí al final de cualquier baile elitista. Somos corazones prefabricados.
miércoles, marzo 03, 2010
Pensaba en la mierda de bicicleta que constituía su medio de locomoción de los once a los dieciséis, mientras pedaleaba a toda velocidad, y los múltiples muñecos hechos de barro cocido chocaban unos con otros y emergiendo al entorno con un sonido sordo. Pensaba en un coche, uno pequeó, fucional, y su espalda se arqueaba para que su cuerpo frenase al mínimo la marcha dislocada.
Pensaba con una atronadora voz interior hasta que la cadena la hizo la zancadilla y salió disparado como si hubiese sufrido una colisión contra un vehículo conducido por un camionero ebrio. Varios crujidos hicieron la función de banda sonora para dar dramatismo al momento. Unas piedras desprendidas del asfalto añejo quisieron crear una relación simbiótica con las palmas de sus manos, las rodillas y toda parte de su cuerpo que quedó fatalmente expuesta. Cuando consiguió soportar los martillazos múltiples se sentó extendiendo las piernas en un nuevo ángulo desconocido para él y miró a la derecha. Fue un gesto tan instintivo como imprevisto.
Allí estaba ella, a medio camino entre el lúgubre interior de una casa impersonal y el predeterminado exterior. Era un punto de distinción que no escapó a sus sentidos pese a la conmoción que estaba experimentando. Sostenía su delgaducho brazo izquierdo en cabestrillo contra una camiseta ancha decorada con diversas noticas catastróficas de periodos, hinchado y con una tonalidad cercana al púrpura berenjena. Un perro desmesurado saltaba a su altededor como un paranoico en plena crisis, tratando de alcanzar unos espaguetis azules que colgaban del codo sano. Más azul le cubría las comisuras de los labios, los ojos proyectaban un gesto de burla profunda. Se había comido el cielo y las sobras eran las nubes uniformes precursoras de la migraña. Olvidó la bicicleta rota, el coche, e incluso diminuta cascada sanguinolienta que manaba de una sien.
- ¿Necesitas ayuda?- preguntó tontamente luchando por incorporarse.
sábado, febrero 27, 2010
Me gusta, me gusta bailar mientras voluntariamente me ciego,  y Oasis suena en esa cadena de música que encontraron en un cubo de basura. Totalmente ajena, el viento deshace los mechones y hace que el holgado pantalón de pijama amenace con caer rodeando los tobillos fijos a las baldosas llenas de ceniza.
Cuando el cielo se pone en huelga durante unas escasas veinticuatro horas y hace lo que le sale de las nubes.
sábado, febrero 20, 2010
Cerró con violencia la puerta de su cuarto, que ya se encontraba casi arrancada de las bisagras por los contínuos arranques de ira que le proporcionaba la vida. Miró al techo, el único punto de aquel hervidero de frustración y desorden que se mantenía en una envidiable paz color blanco roto. Quería mandar todo a la mierda, como solía hacer siempre en ocasiones que rebasaban su límite de paciencia.
Decir varias veces "vete a la mierda, métetelo por el culo..." dedicado a múltiples destinatarios. Se llevó las manos a la garganta, se había quedado totalmente afónica, el fuego trepador quemó sus cuerdas vocales.
Miró sus dedos crispados, abrió el contenedor de monstruos a los que nunca temió y sacó una funda en la que relucían parches heredados. Bajó la cremallera como lo haría un maltratador desvistiendo a su mujer tras una fiesta deplorable. Apartó la ropa y la desgana apática de su cama, se sentó sobre el colchón tintado de rotuladores y colocó la guitarra sobre sus muslos. Entre la cuarta y sexta cuerda, una púa prendida y marcada por los dientes de leche de un bebé enfurecido. Los suyos.
Sacó a Louie de su cabeza caótica, a los buenos e hipócritas modales, a las súplicas de su madre. El primer acorde fue precipitado y cayó con un estruendo poco melódico. Luego pudo relajar la postura de sus hombros y soltar todo el aire hirviendo que inflaba sus pulmones. Dos lágrimas turbias se enredaron en la madera del instrumento acústico. Tres minutos, cuatro a lo sumo, y dejaría de ser por un momento la rebelde inaguantable.
Solamente una adolescente delgada, compunguida, que susurra entre hipidos "Great balls of fire" y se acuerda de su padre muerto. 
jueves, febrero 18, 2010
Comenzó a revolver su estómago cuando su padre procesó la última gota de zumo de tomate, y la radio transtornada se estropeó. Podía soportarlo.
A punto de llegar el cosquilleo y la naúsea la hacían saltar sobre el asiento gris conquistado por los ácaros, estaba consciente y acababa de pintarse los labios de un rojo reconocible. Los pies descalzos barrían su sujetador en el suelo.
El coche paró, la puerta tardó en abrirse, lo hizo y ella salió con el pelo suelto y el alma enredada en las uñas pintarrajeadas de sus extremidades inferiores. Se bajó los pantalones húmedos, como una piel anfibia, tiró el chaleco más allá del "Stop" y se cubrió con los jirones distinguidos.
Fuera, cerca, el aire la lamía y la música atronadora trataba de quedarse con su vestido. Se aproximaba, los pinchazos se convertían en impactos de proyectiles desde la boca del estómago. Confundiéndose con los cuerpos y los propósitos.
Lo vio, en éxtasis, en medio de ese calvo desierto, y el detonador hizo explotar el deseo bajo esa tela de margaritas violetas.
domingo, febrero 14, 2010
Cuanto más duela, más cerca estará la completa recuperación.
Me escuece, me desgarra, hierve, grita, lacera y se deshace, arde como si ese trozo importante de mí hubiese sido forzado a bajar independientemente al infierno. Pero, siguiendo ese consejo infantil, debo ir por buen camino. 
miércoles, febrero 10, 2010
Aquel balcón era estrecho, el suelo crujía incrementando cada tarde el catálogo de grietas espluznantes, y captaba el humo tóxico de alguna chimeneas de edificios cercanos. A pesar de todo eso ella siempre dirigía la marcha de sus pies deformados hacia allí y se aposentaba para jugarlo todo con una muerte segura poco profesional. Era una posición estratégica, agarrada a la baranda oxidada tenía acceso visual a toda esa magnífica inmundicia soñadora.
Caía la noche y todas las luces de locales y fiestas explotaban como luciérnagas alucinógenas. El ruido de la risa, el exceso y la vida efímera florecientre penetraba cada alma, incluso la suya. Más de diez horas danzando al son del festivalero apocalipsis de la moral.
Pero ella, sin duda, prefería el barrio corrupto justo tras el amanecer. El silencio terminaba de vaciar las botellas de absenta, los desperdicios eran la metáfora de almas. Ni siquiera las ratas perturbaban el descanso, se tambaleaban con una dulce sobredosis por el desenfreno.
La chica olvidaba entonces sus ojos amoratados por el maquillaje agresivo, las puñaladas que asestaba a su cintura el corsé, el himen vendido al mejor postor y la inexistencia de un futuro de progreso. Durante las mañanas en Monmartre, si cerraba los ojos, podía oler un trazo de inocencia
lunes, febrero 08, 2010
- Así que quieres. No se trata de una percepción única.
- Ahora.
- No eres tan inocente como parecías en ese primer momento.
- Ni tú tan zorra, estás temblando.
- Es la excitación, va a volver pronto. Justo cuando toque ese timbre insufrible.
- ¿Qué vamos a hacer?
- Supongo que prefieres que te ignore durante esos segundos y que tu exhibas tu sonrisa de perdona-vidas.
- Quiero esconderme.
- Eso es aún peor, una broma muy lograda.
- Contigo, en el baño, quiero empotrarte contra esa puerta cochambrosa y que tu sudor renueve las pintadas. Que ella entre, huela la perdición y de la vuelta definitiva.
- Cruel.
- Necesario, no sabes con que ansiedad te estoy deseando.
miércoles, febrero 03, 2010
Oh sí, eso si era una tremenda casualidad, certera. Acababa de encontrarlo, y hasta su crítico nombre de usuario me resultaba sexy. Ponía mis oídos a cien y las pastillas ácidas de su lengua, escasas, habían removido mi pequeño corazón inexperto como un acertado puré de gusanos.
Quería. Si. Tanto que, tenía que intentarlo al menos, desplegaría mi miserable estilo alternativo.
No iba a dejar escapar la oportunidad de convertirme en su putita sifílítica adolescente.
lunes, febrero 01, 2010
Mi madre suele decir que soy un ángel rebelde. Rebelde porque hago todo lo posible por contradecir las órdenes prescritas para el beneficio de mi salud, y huyo con frecuencia del hospital, llevando el suero colgado de mis venas derechas. Ángel porque todos piensan que estoy más cerca del cielo que de la tierra.
sábado, enero 30, 2010
Entonces reflexiono, pienso sin orden ni concierto, me lanzo a un vacío de reproches vacuos, las anécdotas simbólicas siguen desorganizadas en uno de esos comunes cajones mentales. Lo que quizá, si mi inombrable hubiese tenido un buen día de decisiones.
miércoles, enero 27, 2010
- I´ll always live between rock and rollercoasters, too far away from your reality, polite boy.
- Well, so, let me go with you there. I want to. I can...
- No, you don´t.
- Fucking yes, I can even get rid of this my favorite formal suit if you need me to do it.
sábado, enero 23, 2010
Cerró la puerta, apagó las luces, lo observó desde la penumbra serena con la intensidad suficiente para que no sintiese deseos de largarse.
- Dame un minuto y te explicaré por qué este momento permanecerá una eternidad en tu memoria.
jueves, enero 21, 2010
Háblame del destino y te diré que es un ludópata que piensa que juega sobre seguro y tiene todas las de perder.
domingo, enero 17, 2010
Debía tener tantos problemas por ser una chica sin nombre en un mundo de etiquetas genéricas.
miércoles, enero 13, 2010
Encerrada en la casa de campo, respirando aire de amapolas insulsas que se tornaba para ella en olor a sótano viciado.
lunes, enero 11, 2010
Y justo cuando la zorra controladora se larga dominando la estrecha carretera con su deportivo hortera abres las persianas. Pongo el radiocasette y canto alto rock de contenido levemente obsceno, mientras me escondo tras las cortinas de mi abuela, con olor a gato muerto.
Al menos sé que mi voz te gusta más que la suya.
miércoles, enero 06, 2010
Algún día, cualquiera, tendrás que escapar de esta jaula-paraíso y dedicarte a aquello para lo que fuíste concebida..
Pero seguía sintiéndome completamente ajena a lo que ellos habían soñado para mí.
martes, enero 05, 2010
El efímero y voluble príncipe Ephebo bebía los vientos por la proscrita prostituta adolescente del reino, Katrina.
Dado que el documentador de cuentos aun no se había puesto manos a la obra con la moraleja, los personajes se dejaban llevar por el instinto desatado. Y las normas naturales se desvanecían.
viernes, enero 01, 2010
¿Sabes lo que más me gustaba? No era su corazón acelerado, a punto de colapsar. Tampoco el murmullo gatuno que provocaba el último resquicio orgásmico, ni la forma en que sus pies se retorcían en un amasijo trémulo. Adoraba las últimas palpitaciones de su coño humilde devorado por mi lengua de rebelde sin causa, y el sudor que me regalaba desde su posición pasiva. Pero sobre todo, me gustaba mirarla justo después de follar. Tenía los ojos febriles y las mejillas totalmente inundadas en rojo, como dos tomates a punto de deshacerse.
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