domingo, mayo 02, 2010
Rumbo a casa, ebria de desolación absoluta, Eve, la bebedora compulsiva de crema de menta no pudo dejar de pensar ni un segundo en lo cautivadora que había sonado la voz de Matilda instantes antes de que cayese hacia atrás, atacada por una merecida sobredosis.

1 pildoras alucinógenas:

Vegetarian Butch. dijo...

Esto es increíblemente subrealista, pero voy a hacerlo de todos modos. Esta clase de jueguecitos que incitan al peligroso trastorno de personalidad son ciertamente estimulantes. (Nota mental: reducir la presencia insistente de adverbios de modo en mis textos.)
Señorita, usted saber a la perfección quién soy y cual es la clase de hazaña que voy a llevar a cabo en este tiempo.
Guarde silencio.
Atentamente.

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