martes, septiembre 22, 2009
No quedaba nada, la tele se había vuelto un compuesto más monotono aún, habían clausurado la tierra de nadie levantando una antipática valla con alambre de espino por marido y, además de todo eso, su pelo estaba cambiando de color. Se tornaba acuoso, espeso, poseso, maltrecho.

0 pildoras alucinógenas:

| Top ↑ |