miércoles, septiembre 01, 2010
Te jode.
Porque te jode actúas como si no te importase que pasee un amor de plástico y revista de cuarentona que lee mientras le carbonizan el cerebro en una peluquería de barrio. Dejas de llevar faldas de flores, te abres de piernas cuando algún tío te mira en el metro. Aprendes a sonreír con malicia, emulando a las prostitutas de zapatos caros. Te relames los labios teñidos de rojo barato. Empiezas a fumar Malboro y a follar con cualquier despojo y en cualquier lugar inmundo. Te lanzas al cuero, a la rejilla y a los sujetadores de estampados escandalosos que acaban en el contenedor de al lado de tu pisito manchados de sexo y sangre.
Porque te jode tanto que serías capaz de llevar una cámara oculta contigo a todas partes y luego enviarle en VHS todas tus guarradas de zorra forzosa.
Tienes un agujero de bala en el pecho que arde diez veces más que un disparo a bocajarro, su foto en el cajón de las braguitas blancas y su nombre grabado a fuego en las costillas. Eres un avión de papel de embalaje descontrolado, no tienes el glamour para protagonizar un drama y la autolesión te da grima.
Muñeca pintarrajeada, a veces una debe aprender a darse cuerda sola hasta romper los engranajes, arrancarse el colorete y conseguir balancear esas piernas de alfiler y cartón piedra.

2 pildoras alucinógenas:

·Êl düêndê (¡n)fêl¡z· dijo...

Pero el hedor a quemado de la herida se huele a lo lejos.

Y no por ir volando de uno a otro sitio, dejará de doler.

Enrojecerse dijo...

Pero seguro que realmente, nada de eso. Las balas deben haber perforado, nada más.

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